Aluvión de escándalos

Septiembre se está despidiendo con un aluvión de noticias, a cual más escandalosa. La todavía Ministra de Fomento ha quedado en evidencia tras su comportamiento chulesco y barriobajero en el Congreso. Su director de comunicación (supongo que será el actual, lleva 5 o 6 en 4 años...), ha reconocido que fue él quien filtró a la prensa detalles de la investigación que tenían carácter confidencial. La Ministra ya debería haber presentado su dimisión, y sus disculpas por las amenazas y el tono chulesco que empleó en el Congreso.



Ayer se inauguró el año judicial, con un discurso del nuevo presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, asegurando que los jueces se deben hacer responsables penal, administrativa y económicamente de sus errores y negligencias. Justamente. Hoy publica El Mundo la negligencia que cometió el juez Baltasar Garzón en el mes de julio, retrasándose en la ampliación del plazo de prisión preventiva a dos narcotraficantes de heroína turcos, lo que ha ocasionado su puesta en libertad. Por un caso similar, a otro juez de la Audiencia Nacional se le apartó de su puesto por falta muy grave durante un año. Estamos esperando que Carlos Divar predique con el ejemplo y sus palabras no se las lleve el aire. En caso contrario, tendremos la confirmación de que no es más que un peón al servicio de los partidos que han pactado en secreto su elección, como reconoció, en otro desliz más, Rajoy. Este hombre necesita una prejubilación urgente. A su falta de credibilidad une sus cada vez más frecuentes errores.



Hoy presenta Solbes sus presupuestos deficitarios en el Congreso. Su entramado mediático se ha encargado de pregonar que son "austeros". Sorprendente. ¿Es que no lo deben ser siempre? ¿Acaso los presupuestos se pueden permitir caprichos o lujos con nuestros impuestos? Así vamos.