miércoles, 28 de enero de 2009

Los seguidores del engañabobos

Ayer iba a escribir en este blog algo relativo a las mentiras que, como es habitual en él, soltó ZP en el programa de su televisión, ése al que ha acudido mientras se niega a acudir al Congreso. En cambio, hice una excursión por los blogs progres del ecosistema desinformativo en el que vivimos, para ver cómo maquillaban u ocultaban los embustes televisivos, y me topé con uno sorprendente. Nada menos que una apología del comunismo en el año 2009, veinte años después de la caída del muro.

En él, el autor vierte toda clase de tópicos y disparates progres, y expone el núcleo de su doctrina económica: "Se podría lograr que todos tuviéramos un trozo de la tarta? Pues sí, pero con una condición: que todos los trozos fueran más pequeños."

En mi post, le informo de que hace décadas que el socialismo ya fué refutado por Hayek y Mises, de que es imposible el cálculo económico bajo el socialismo, de que sin un sistema de precios de mercado es imposible saber qué hay que producir y en qué cantidades, lo cual lleva a una asignación errónea de los recursos disponibles, y como consecuencia, a desastres como hambrunas.

Como era de esperar en ese medio, llovieron los comentarios contra el mío: "¿solo es posible este sistema: el libre mercado?", "debes tener pánico a que los rojos vengamos a quitarte tu trozo de tarta", "ya que mencionas rusia, su problema no fue el comunismo en si, sino la mala implantación y la burocratización que se produjo", "Se trata de que el que dirige la factoría no cobre 10 veces más (¡10!) que el que cava una zanja", "Es curioso como algunos se defienden ”como gato panza arriba” atemorizados ante cualquier cosa que pueda poner en duda el sistema capitalista. Sí, otro mundo es posible", "La verdad es que dondeoigafuego ha dado vidilla a este debate, saltando como cuerda de guitarra ante cualquier propuesta de justicia social(..)Le recomiendo a nuestro animador la lectura de Naomi Klein, aunque sea objeto de su desprecio.Por cierto, el liberalismo que nuestra amada lideresa quiere imponer en Madrid no gusta a nadie (...) si la situación sigue el camino liberal, una vez superada la famosa crisis, me adhiero a las ideas de Slavoj Zizek sobre lo que hay que hacer (ahí tienes otro autor para aumentar tu empanada, dondeoigafuego)".

Las réplicas furibundas de los indignados progres iban desde la ignorancia más absoluta, rozando el analfabetismo, (¿cuál es el sueldo que el progre opina que es justo que cobre el director de una factoría? ¿el doble, el triple? ¿cómo lo decide, sin un sistema de precios?), hasta el último progre, que al parecer ha leído cuatro artículos de esta periodista socialista antiglobalización (otro tópico favorito de la progresía), y de un psicoanalista comunista, los cuales contrapone, en pie de igualdad (¡con un par!) a Mises y Hayek, recomendando sus doctrinas anticientíficas y fantasiosas como solución a la crisis económica. Algunos, como éste último me atribuían incluso insultos y referencias a autores que yo no había hecho en mi post. Bueno, también decía que el liberalismo de Esperanza Aguirre "no gusta a nadie". Digo yo que por eso lleva dos mayorías absolutas consecutivas en Madrid: porque a los madrileños no les gusta.

Claro, en vista de esto, ya me pareció absurdo escribir sobre las mentiras de ZP. Era como intentar hacer ver a unos indígenas caníbales de Papúa lo saludable de la dieta mediterránea. Puse la radio para escuchar cómo capeaba Francino el temporal, y como era de esperar, en la SER no llovía: el Presidente era un valiente, había estado muy simpático y los oyentes estaban encantados con él. ¡Viva ZP! Pase lo que pase, está la SER...

En fin, este es el país que tenemos: un país que ha reelegido a un engañabobos, cuyos seguidores se muestran encantados después de que el engañabobos les mienta con todo descaro y suave voz en un programa de la televisión del engañabobos, al cual el engañabobos ha ido negándose a acudir, en cambio, al Congreso. El engañabobos tiene a su servicio toda una panoplia de medios de desinformación y propaganda, con numerosos agitadores profesionales camuflados de periodistas, que justifican cualquier actuación del engañabobos y ocultan las injustificables. Así, el engañabobos y su partido se puede perpetuar en el Poder, favoreciendo cada legislatura a los medios amigos a base de propaganda institucional, concesiones de frecuencias, concesiones de entrevistas, vetando a los periodistas de los medios opositores en los viajes al extranjero y discriminando a estos medios en las concesiones de frecuencias y entrevistas (no van nunca, en realidad). Ahora entiendo el título del blog progre: "Si, podemos". Claro que pueden: pase lo que pase, está la SER.