jueves, 23 de octubre de 2008

Politicastros sin careta

En estos días se les están cayendo las caretas a buen número de los politicastros que se sientan en las cómodas poltronas de la política.

A Rajoy, se le ha caído la careta de líder de cartón, y está mostrando su verdadera cara: perdido, sin autoridad, con el apoyo de cuatro sorayos recién llegados, y sin fuerza moral ni siquiera para exigir a UPN que cumpla su parte del pacto. Ni siquiera se atreve a romper claramente con UPN y anunciar que el PP se presentará en las próximas elecciones en Navarra. Un desastre. Patético. La sombra de Gallardón se acerca...

Otro lumbreras, ZP primero, el salvador de Europa, el genio de la economía en dos tardes que había encontrado la solución para la crisis bancaria en Europa, anda mendigando una silla para acudir a la reunión del G20. Ni el G8, ni el G9, ni el G12, ni el G20. En Estados Unidos no le quieren ni ver. Claro. Hay naciones que no olvidan las deserciones de Irak, la propaganda para que otros países abandonaran Irak, contra las disposiciones de la ONU; los cambalaches de fragatas con el dictador Hugo Chávez; las visitas al viejo tirano chocho en Cuba; la alianza de civilizaciones, los coqueteos con Irán, la constante y machacona propaganda antiamericana. Si es que a ZP lo que le va es el ramadán...



Ni siquiera los periódicos del régimen se libran del ridículo: El País titulaba "Zapatero lanza un órdago para ir a la cumbre económica mundial". Casi imposible aguantar la risa. ¿De qué órdago habla? ¿Qué pierden los otros países con darle una patada a ZP? Ja, ja. Ridículo.

Y ya, si descendemos a las alcantarillas de los reinos de taifas autonómicos, nos encontramos a los nacionalistas pastando del presupuesto: Benach se gasta 20.000 euros de dinero público para "tunear" su nuevo coche oficial de 100.000 €, y Touriño se gasta 480.000 euros en la compra de su cuarto coche oficial.

Recordatorio: Garzón sigue en la Audiencia Nacional, y seguimos sin noticias de que el independentísimo CGPJ le haya abierto expediente alguno por negligencia ni por prevaricación. Seguimos esperando.