jueves, 3 de abril de 2008

De funcionarios y ciudadanos de segunda

Seguimos en este país de locos, en el que nunca sucede nada medianamente sensato, ni se piden responsabilidades por desmán alguno. Continúa la huelga de funcionarios de la Administración de Justicia, que reclaman cobrar lo mismo que sus colegas funcionarios transferidos a las comunidades autónomas: unos 2.400 € más de media, por lo visto. Los policías, según afirma su sindicato, cobran unos 6.000 € menos que sus colegas autonómicos, los guardias civiles, ni te cuento... Nadie parece darse cuenta de que aquí no se sigue criterio alguno de rentabilidad, productividad o eficacia, y que los sueldos se asignan en este país con un criterio puramente político, a dedo, o bien, respondiendo a la fuerza que puedan ejercer los sindicatos correspondientes sobre el politiquillo al mando. Así, los contribuyentes tenemos que pagar más sueldo por el mismo trabajo (supuestamente) a los funcionarios de justicia si la justicia ha sido transferida a nuestra comunidad autónoma; tenemos que pagar una policía más cara si nuestra comunidad cuenta con policía propia, etc. Y mientras tanto, nadie reclama eso mismo: "mismo sueldo a igualdad de atribuciones", como dicen los sindicatos, con respecto a nosotros mismos, los empleados de la empresa privada que les pagamos el sueldo a esos funcionarios protestones. De esta manera, nos encontramos que un profesor de la escuela pública cobra mucho más que su colega que trabaja en un colegio privado o concertado. Un administrativo en una empresa privada no tiene, ni de lejos, los privilegios, el horario y el salario de su colega funcionario, que cobra de los impuestos que paga la empresa del trabajador privado. Nos encontramos que pagamos unas policías locales que en muchos casos no pasan de ser meros recaderos a las órdenes del cacique del pueblo de turno, y que en caso de peligro desaparecen y llaman a la Guardia Civil, sí a esos que son los que menos cobran, los que pueden trasladar a cualquier punto de España, los que están bajo una disciplina militar, y los que dan la cara en este país todavía llamado España. Este país de locos. Pero claro, los guardias civiles, los profesores de colegios privados, etc. no tienen unos sindicatos como los de los funcionarios..., ¡cuyas subvenciones también pagamos nosotros! Tampoco nos podemos comparar en sueldos con otros países de nuestro entorno. Recordemos el caso de hace unos meses en el cual el sargento cocinero del destacamento italiano en no recuerdo dónde, cobraba más que el coronel jefe del destacamento español... Lo que digo: un país de locos. O de mucha jeta. O de ciudadanos de segunda que mantenemos a una casta de ciudadanos de primera que se llama funcionariado.

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