viernes, 16 de mayo de 2008

El mito de mayo del 68 y la derogación del artículo 14

Ahora que estamos en mayo de 2008, se cumplen 40 años de aquel mayo del 68 mitificado por toda la progresía y el rojerío imperantes actualmente, a pesar de que muchos de ellos no hubieran nacido entonces o se dedicaran a jugar a las chapas por esa época, y de que muchos actuales progres, que entonces tenían edad para haberlo vivido, se encontraran justamente en la acera de enfrente... Creo que ocurre algo parecido, salvando las distancias, a las reliquias de la Santa Cruz que abundan en muchos pueblos: si se unieran todos los trozos, tendríamos una cruz de un tamaño gigantesco; y si reuniéramos a todos los progres que afirman haber estado en París en mayo del 68, nos saldrían más progres que habitantes....
Afortunadamente, a algunos nos gusta salirnos del rebaño servil, y podemos acceder a otras opiniones no contaminadas por la fiebre progre. Paso a citar algunas:
  • El libro de Götz Aly Unser Kampf: 1968 - ein irritierter Blick zurück, que ya ha despertado las iras de algún que otro furicundo progre... Estoy deseando leerlo.
  • El artículo "Un desastre moral", una entrevista a Roger Kimball en BBC Mundo, del cual extraigo sólo un párrafo: ¿Hay algo positivo que puede destacar del 68? Sí, que terminó. El hecho de que sea algo del pasado es lo bueno del movimiento. La gente habla del idealismo de los años 60, pero cuanto más miras, más lo ves como irresponsabilidad y no idealismo.
  • El artículo de Alicia Delibes en Libertad Digital "Mayo del 68. Una revolución antiliberal". Está enfocado a las nefastas repercusiones que ha tenido en la enseñanza. Extraigo unos párrafos: Muchos de los estudiantes que se habían movilizado en el 68 contra una educación autoritaria, elitista y burguesa eran, al cabo de unos pocos años, unos profesores, sociólogos o pedagogos dispuestos a convertir en realidad la utopía revolucionaria sesentayochista: cambiar la sociedad transformando la educación. Era preciso terminar con un sistema tradicional de enseñanza que sólo podía servir para repetir los usos y las costumbres de la sociedad burguesa y capitalista, contra la que ellos se habían levantado. (...) Pero en la década de los 70, y probablemente como consecuencia de las revueltas de Mayo del 68, no sólo triunfó esa pedagogía libertaria y democrática, en la que la disciplina y la autoridad estaban proscritas: también lo hizo el modelo de escuela única o unificada, que había sido adoptado por los partidos socialistas en los años 20 y defendido por todos los sectores de la izquierda después de la Segunda Guerra Mundial. Los defensores de la escuela unificada creían que sólo se podía lograr la igualdad real de los ciudadanos si todos recibían la misma educación, lo que les llevaba a proponer la supresión de la enseñanza media y un sistema escolar único desde primaria a la universidad.(...) Desde aquel movimiento de Mayo del 68, la uniformidad y el igualitarismo presiden las reformas educativas que se han realizado en Occidente. Una uniformidad que queda garantizada por el monopolio estatal. Pocos son los ciudadanos que cuestionan hoy el poder omnímodo del Estado para decidir no solamente lo que se ha de estudiar, sino cómo tienen los maestros que enseñar y qué valores han de fomentar en la juventud. El ejemplo más claro es lo ocurrido en España en estos últimos meses, en que la mayor parte de la población ha contemplado impasible cómo la reivindicación del derecho de los padres a decidir sobre la educación moral de sus hijos se ha catalogado de reaccionaria y radical. Entre todos estos dogmas que reinan en el mundo educativo, el más difícil de combatir y el que se encuentra más firmemente arraigado es el que considera la escuela pública un bien moral absoluto. Entre los profesores funcionarios hay un convencimiento irracional y generalizado de que la enseñanza estatal es éticamente superior a la privada porque, aseguran, es la única que verdaderamente garantiza la igualdad de los ciudadanos."
Quizá no sea casualidad que alguno de estos progres haya contribuido a que el Tribunal Constitucional esté compuesto de tal manera que se haya producido recientemente la siguiente sentencia, sorprendente, que liquida el artículo 14 de la Constitución de 1978: "El Tribunal Constitucional (TC) ha avalado por siete votos a favor y cinco en contra la constitucionalidad del artículo 153.1 del Código Penal modificado por la ley de violencia de género y que permite elevar las penas en los casos en los que el varón sea el agresor y la mujer la víctima. El mismo acto merece mayor reproche penal cuando es cometido por el hombre contra la mujer, según el fallo del alto Tribunal." ¿Cómo se compagina esta sentencia con el texto del artículo 14 de la Constitución? Artículo 14 Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Yo no lo veo. ¡El artículo 14 ha sido derogado de facto por el Tribunal Constitucional!

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